Thursday, June 18, 2015

'Occidente ha traicionado a Ucrania'

MARÍA FLUXÁ

El ex presidente ucraniano Victor Yushchenko, héroe de la Revolución Naranja que, en 2004, casi le cuesta la vida al ser envenenado, ha formado parte en el Oslo Freedom Forum que el lunes se inauguró en la capital noruega. En el marco de la ponencia 'Democracias en Crisis', presentada por el indio Bobby Gosh, y con la participación del turco Mustafa Akyol, la tunecina Amira Yahyaoui y el profesor de Stanford Larry Diamond, Yushchenko ha apelado a la identidad europea de su país, ha denunciado la ansias imperiales del presidente ruso Vladimir Putin, y ha exigido el cumplimiento del compromiso internacional de proteger la integridad de Ucrania, como fue estipulado en el Memorándum de Budapest (1994) por el que, a cambio, Kiev renunció a seguir siendo una potencia nuclear. Tras despedirse de la conferencia con un "volveremos a vencer y gracias por estar con Ucrania", el ex presidente ha charlado con ELMUNDO.es.

Qué queda de la Revolución Naranja en Ucrania?

Si queremos trazar una línea entre la Revolución Naranja y la Revolución de la Dignidad, que acontece en Ucrania, ambas tienen un denominador común: nuestro sueño europeo. El querer volver a Europa, adonde pertenecemos, no es un deseo repentino y puntual, es un sentimiento fundamental en nuestra identidad nacional. 

Y la última revolución, la Revolución de la Dignidad, también demuestra que no nos detendremos y que estamos dispuestos a pagar un precio muy alto, que de hecho ya estamos pagando. Pero queremos estar en Europa porque es el sueño de nuestros antepasados. Perdimos 10 millones de personas en los años 30 durante la hambruna, perdimos otros 10 millones de ucranianos en la II Guerra Mundial luchando contra ambos regímenes autoritarios de Hitler y Stalin.

Desde que tuvo que abandonar el poder se dedica a promover la democracia en Ucrania, pero ¿por qué no ha vuelto a la vida política activa a raíz del Euromaidán?

Primero, la gente no me votó. Fue la decisión de la gente. Eso es la democracia. La gente no me reeligió por diferentes motivos: yo intentaba ofrecer a mi país la consolidación de una política de unidad nacional. Un renacimiento de la unidad nacional. Pensé que al hacerlo ofrecía algo fundamental aunque llevara tiempo. Otros políticos ofrecieron medidas más fáciles, populistas, que iba a hacer la vida más fácil antes. Y yo dije: "Depende de vosotros, tenéis la elección sobre cuál queréis que sea vuestro futuro". Pero cuando dije que Ucrania necesita un desarrollo profundo de la democracia, porque la democracia es un proyecto largo, y sólo en él se pueden proteger las libertades, me dijeron a menudo que la democracia debilita al político, "necesitamos un presidente fuerte, que traiga orden", me dijeron. Sostuve que la democracia nunca es débil, que puede con todo; pero empieza en cada uno de nosotros. Y muchos no lo entendieron entonces. Cuando dije que era una prioridad la integración en Europa mis opositores dijeron que era mejor para nosotros estar cerca de Rusia. Cuando Putin ofreció la cancelación de aranceles, el acceso a la Unión Euroasiática, mis opositores fueron a por ello y mucha gente en Ucrania también. Yo no quise ser parte de ello, pero estaban en su derecho. Y todavía ahora creo que Ucrania carece de una política de consolidación nacional, que ejercite más libertades, aunque no hablo de la libertad de elección, porque muchas veces ahí es donde las libertades terminan. Si decidiera volver a la vida política, algo en lo que no pienso en la actualidad, pero hipotéticamente, afortunada o desafortunadamente tendría las mismas prioridades que en 2005: Decir adiós a la dependencia rusa.

Entonces, ¿la población de Ucrania está políticamente dividida entre Europa y Rusia?

Es una buena pregunta. Tenemos diferencias pero ninguna que nos lleve a un conflicto entre nosotros. Podemos estar en desacuerdo en ciertos temas pero nunca levantaremos un arma para apuntarnos los unos a los otros, especialmente en un conflicto militar. Lo que pasa en Ucrania ahora es una operación de los servicios secretos rusos. Discrepo cuando dicen que en Ucrania hay una guerra civil. El conflicto militar que hay en Ucrania es entre los invasores rusos, el ejército de ocupación ruso, y los soldados y los civiles ucranianos que luchan contra la agresión. Pero si me preguntas si tenemos diferencias entre nosotros, en cómo evaluar lo que está sucediendo, por supuesto que las tenemos. Si hay ucranianos que apoyen las ambiciones imperiales de Putin en Ucrania, sí, por supuesto que hay gente que apoya a Putin, porque durante 350 años hemos sido una colonia de Rusia. Desafortunadamente tenemos gente así en Ucrania por el legado soviético, lo cual puede ser un problema, que puede resolverse. Sólo se necesita tiempo y paciencia. La gente tiene derecho a tener distintos puntos de vista, así es cómo se ejercita la tolerancia política, pero yo pido tiempo, una generación más, a través del diálogo nacional de una vez por todas, estratégicamente, decidiremos que el futuro de Ucrania está en Europa. Hoy más del 77% de la población está a favor de la integración en Europa y más de un 47% quiere formar parte de la OTAN. Putin viene con tanques a Ucrania y nos dice cómo tenemos que vivir y, por supuesto, eso es inapropiado y así no se desmantela el problema en el país, así es cómo lo creas.

"El mundo se está cansando de Ucrania", dijo recientemente en una entrevista. ¿Cree que Occidente debe hacer más?

Respondiendo brevemente, tengo la sensación, profunda, de que nos han traicionado. Personalmente estoy decepcionado. Cuando Putin metió 600 tanques en Ucrania, unos 1.000 vehículos armados, Ucrania tuvo que pagar un precio muy alto: 10.000 civiles muertos, 50.000 heridos, así como 1,2 millones de desplazados internos, la cifra más alta que conoce Europa desde la II Guerra Mundial. Recuerdo cuando en 1994, Estados Unidos nos garantizó nuestra integridad territorial y nuestra soberanía a cambio de poner fin a nuestro potencial nuclear -es decir, cuando Ucrania se deshizo de 1.500 misiles estratégicos-. Entonces, el 5 de diciembre de 1994, cuando rechazamos ser la tercera potencia nuclear del mundo -nuestro potencial era mayor que el del Reino Unido, Francia y China juntos- los países del llamado Club Nuclear (Rusia, Estados Unidos, Francia, China y el Reino Unido) nos dieron garantías muy claras; y nos confirmaron (lee el acuerdo) "su obligación a evitar las amenazas o el uso de las armas contra la integridad territorial, soberanía, e independencia política de Ucrania y que ninguna de las armas de estos países se usarían jamás en contra de Ucrania".¿Qué más se necesita? ¿No es específico que Francia, China, EEUU y Reino Unido tenían la responsabilidad de ayudarnos cuando la crisis comenzó? Los memoranda y tratados son la Biblia de los políticos. Así que estoy muy decepcionado de que el mundo olvide tan rápido.

Se ha denunciado reiteradamente que Rusia incumple los Acuerdos de Minsk, pero según sendos informes de la OSCE y el más reciente de Amnistía Internacional, Ucrania también estaría cometiendo crímenes de guerra.

No lo excluyo... estos episodios pueden suceder. Pero aquí lo que es más importante es que habiendo tropas regulares rusas en Ucrania, la nación ucraniana ha demostrado algo increíble, no visto antes: los primeros que se levantaron en contra de las tropas rusas fueron voluntarios, no el Ejército. Ellos demostraron un valor sin precedentes. Y cuando el país intentaba reaccionar a la agresión, fueron ellos los primeros en luchar voluntariamente; así que como ciudadano ucraniano éste es un tema muy sensible para mí. Hoy, en la frontera oriental la mayoría son voluntarios, y es clave entenderlo para saber cómo resiste Ucrania. Que haya problemas con esta gente, potencialmente, no lo descarto. Incluso crímenes de guerra. Y eso es lo que los organismos internacionales tienen que supervisar y se debe aplicar la ley internacional. Pero insisto: hay que corroborarlo porque cuando alguien dice que las tropas ucranianas cometen crímenes de guerra hay que tener en cuenta que la máquina de propaganda de Putin es muy potente. Es difícil estimar su nivel de impacto y cómo ésta se infiltra en la vida cotidiana, diaria de la gente, durante la guerra.

Durante su ponencia alertó de las "ambiciones imperiales" de Vladimir Putin, y se preguntó -retóricamente- quién será el siguiente en Europa. Los países nórdicos, por su parte, han incrementado recientemente su cooperación militar y política ante la que se percibe, ante las reiteradas incursiones, como una amenaza rusa. Con la experiencia de Ucrania ¿cree que Rusia tiene el valor de inmiscuirse en el Norte de Europa?

Claro, creo que ya lo está haciendo. Europa desafortunadamente ha perdido el modo de cómo reaccionar ante Putin, y cada vez le es más difícil tener una postura consolidada con respecto a Rusia en este tema o en cualquier otro. Cuando Moscú irrumpe en estos países que son el núcleo de Europa, de su estabilidad y seguridad, no necesita acción militar, hay muchos modos de desestabilizar y así debilitar a Europa. Tenemos el precedente, hace unos meses, en Letonia (con la República Popular de Latgale). Puede pasar en Polonia... No olvidemos cómo funciona la propaganda rusa impulsada mediante el dinero del petróleo, y de qué modo tan sofisticado lo hace. Cuando el primer ministro de Grecia exige compensaciones a la UE por sus pérdidas como resultado de las sanciones contra Rusia, creo que es el modo (ruso) de cínicamente desestabilizar a la Unión Europea, al continente entero. Mi pregunta no es si Putin tiene el valor o quién es el próximo, todos somos parte del mundo. Cualquiera puede ser el próximo. Hay que estar alerta.

Para finalizar ¿está completamente recuperado del envenenamiento?
- No al 100% hablando francamente, no creo que nunca pueda recuperarme completamente, pero me siento mucho mejor que hace 10 ó 7 años. Creo que ya he pasado lo peor en mi vida.

¿Culpa a alguien en concreto de ello?
Todos sabemos quién estaba detrás. Si hablamos específicamente de quién ordenó envenenarme, quién puso el veneno en la comida, quién la sirvió, ellos eran sólo instrumentos, gente pagada para hacerlo. Si me preguntas si les he perdonado, lo he hecho. Lo hice hace mucho tiempo.

¿A todos?
Sí, a todos.



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